La población de la capital es de 321.482 hab, mientras que la población de la La provincia asciende aproximadamente a 500.000 habitantes, con municipios como Medina del Campo, Laguna de Duero, Tudela de Duero, Tordesillas, Medina de Rioseco, etc. Valladolid tiene 691 m. de altura sobre el nivel del mar El Clima se basa en los Inviernos fríos y largos, mientras que los veranos son cortos y muy calurosos (Valladolid: "Nueve meses de invierno y tres de infierno"). Durante la estación invernal o en las cortísimas estaciones de otoño y primavera es cuando los pluviómetros registran el máximo volumen de precipitaciones.
Para empaparse de la esencia que emana la ciudad de Valladolid, así como de la cordialidad de los vallisoletanos, lo mejor es venir a sentirlo uno mismo, a vivirlo in situ. No hay un adjetivo único que se pueda relacionar con Valladolid, ya que cada persona puede aportar uno distinto que complete la diversidad de calificativos designados a Valladolid y sus gentes, aunque podemos dar unas pinceladas de la gente de los vallisoletanos, como sobrios, hospitalarios, austeros, leales y trabajadores, desde el silencio, desde la modestia.
Valladolid es una ciudad para conocer, para adentrarse en sus entrañas. La cultura es importante, el arte, la historia, las letras,... Morada de grandes escritores como Cervantes, Quevedo, Rosa Chacel,... cuna de referentes actuales como Miguel Delibes o Gustavo Martín Garzo, así como de una figura en alza como Jiménez Lozano. Aunque la catedral no es el primer referente de este tipo entre las españolas, lo suple con creces con la abundancia de iglesias que dejan entrever la calidad y cantidad magnífica de obras artísticas de incalculable valor que se encuentran en sus edificios, y que dan buena cuenta durante la Semana Santa, donde una parte representativa, desfilan por las calles; imagineros como Gregorio Fernández, Juan de Juni, Juan de Ávila, etc. Son nombres que delatan el arte existente en la ciudad, y del cuál nos sentimos orgullosos. Esta simbiosis entre Valladolid y las estatuas, se ve en cada rincón de la ciudad, donde existen abundantes estatuas que decoran nuestras calles.
Valladolid se ha convertido en un referente museístico nacional, por las muy variadas representaciones existentes en la ciudad para poder visitar y observar. Valladolid ha sido y es una de las capitales más importantes de España, y referente internacional, muchas veces en la sombra y desapercibido para quien no nos ha visitado, pero difícilmente inadvertida para quien nos conoce.
Fue importante ciudad de reyes: aquí se casaron Fernando III el Santo, en el siglo II, que unió los reinos de Castilla y León; el matrimonio de los Reyes Católicos, en el Palacio de los Viveros en 1469; el fallecimiento de Cristóbal Colón; y el nacimiento de los reyes Felipe II y Felipe IV. También llegó a ser capital de España, en varios momentos, el último de los cuáles, entre 1601 y 1606.
Pero Valladolid no vive del pasado, sino que se proyecta al futuro con sus señas de identidad. Es una ciudad próspera, agradable para vivir, donde se puede encontrar cualquier cosa que demanden los vallisoletanos. Es una ciudad para disfrutar, para pasear por sus calles, sus avenidas, tales como la Acera de Recoletos y el Campo Grande, sus calles del centro, las largas orillas de los ríos, y visitar el casco histórico. Los vallisoletanos nos caracterizamos por el buen paladar y el buen comer, siempre acompañado de alguno de los grandes vinos que se cultivan en nuestra tierra. Son numerosos los bares de tapeo en la ciudad como las zonas de la Plaza Mayor, Coca, San Martín o San Benito, aunque hay muchos más lugares donde degustar nuestra gastronomía. Valladolid, Ciudad del deporte, como lo atestiguan la cantidad de clubes que se encuentran en la élite nacional, tales como en fútbol, baloncesto, balonmano, y rugby (con 2 equipos en la élite). Más luego tenemos representaciones en otros deportes más minoritarios, y qué decir de nuestros atletas como Maite Martínez e Isaac Viciosa, que aunque no de nacimiento, pero sí vallisoletano de acogida.